En el año 1995 surgieron las redes sociales, cambiando la forma de comunicarnos e interactuar con nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo.
Las redes sociales no sólo han impactado de forma significativa en la vida de las personas, sino también en las marcas de todo el mundo.
Al pasar el tiempo muchas marcas comenzaron a crear sus cuentas corporativas generando comunidades e interacción con sus seguidores, ya que las personas también querían ser escuchadas y poder sentirse parte de ellas.
Pero observando el alto alcance que estas generaron, fue aumentado la demanda de grandes y pequeñas cadenas comerciales que ofrecían sus productos y servicios a través de los medios digitales.
Luego, empezando el año 2020 nos tomó por sorpresa la llegada de la pandemia de la COVID-19, un virus que no se conocía, con un alto nivel de mortalidad, ya que no existía una cura como tampoco un tratamiento inicial para esta. Un virus que provocó un confinamiento total por largos meses. Pero las marcas no podían dejar de trabajar ya que la economía no podía detenerse totalmente, por lo que aumentó la demanda del trabajo digital desde casa, lo que condujo a la búsqueda de alternativas para seguir ofreciendo sus productos y servicios ya fuese a través de delivery, pickup, páginas web o tiendas virtual. En consecuencia, se produjo el impulso de una nueva era de transformación digital.
Las marcas comenzaron así a explorar la gestión de sus redes sociales con especialistas o community manager, lo que ocasionó un incremento de la demanda en esta área laboral. Muchas personas, buscando protegerse de la crisis económica que vive actualmente nuestro país y explorando diferentes alternativas laborales y de distracción durante el confinamiento, pudieron observar el aumento significativo de personas que normalmente suelen dedicar su tiempo en las redes sociales por muchas horas y tienen una gran comunidad de amigos y conocidos donde interactúan y poseen facilidad de comunicación. A muchos de estos se les comenzó a llamar community manager o especialista en marketing.
Sin embargo, como en todo campo profesional, los hay que están contribuyendo a desprestigiar el trabajo honesto de aquellos que sí han realizado estudios de mercadeo, comunicación, social medias, entre otros.
La mayor parte de mi tiempo me dedico a estar conectado en diferentes redes sociales, ya que es parte de mi trabajo. Al ingresar en diferentes cuentas me gusta observarlas y analizarlas detalladamente y ver algunos errores cometidos y así tomarlos en cuenta para evitarlos en mis labores profesionales. Además, me tomo mi tiempo para poder estudiar y estar acorde con las tendencias del momento. Razón por la cual he podido observar en los últimos meses la manera como se está llevando a cabo este tipo de trabajo por personas que no han tenido ningún tipo de estudios o guiatura profesional al respecto.
Entre los errores que se han podido constatar, destaca los siguientes:
- Uso incorrecto de las normativas gramaticales.
- Faltas ortográficas.
- Ausencia de análisis de las palabras claves.
- Publicar por publicar.
- Falta del estudio de mercadeo de la marca.
- No responden los mensajes.
- No interactúan con su público.
- Mala educación o mal trato al público.
- No desarrollan estrategias.
- No realizan estudios del algoritmo.
- Ausencia de actualizaciones para los debidos cambios en las plataformas para su respectiva mejora.
- Sin estudios de pilares de contenido.
- Diseños sin ningún criterio o normativas gráficas.
- Sin análisis y sin seguimiento de las estadísticas.
- Desconocimiento de los nichos en los que trabajan.
Es mi intención hacer un llamado a las pequeñas, medianas y grandes empresas a tomar en cuenta estos graves errores que últimamente se puede observar en diferentes plataformas o medios digitales y, sobre todo y más importante aún, el cuidado de normativas gramaticales y buena ortografía. A un community manager no se le pide que sea un escritor, pero sí se le debe exigir que su trabajo sea el de un profesional.
Nuestro idioma castellano es muy rico y nutrido para querer cambiarlo o menoscabarlo. Las redes sociales son demasiado importantes como para darse el lujo de cometer estos errores tan perjudiciales para las marcas, porque todo lo que aparece o se escriba en internet hace visible el rostro de cada una de las marcas y, en consecuencia, puede dar lugar a crisis que las afecten de manera irremediable.
Para concluir recomiendo e invito a las marcas a que en el momento que se encuentren en búsqueda de un especialista, soliciten su certificado de estudios o su CV.